Dios nos habla a través de sueños. Esta es una verdad tan antigua como la humanidad. Un sueño es una serie de pensamientos, imágenes o emociones que transcurren mientras dormimos; una creación visionaria de la imaginación. Dios, a menudo, nos habla en sueños.
A lo largo de toda la Biblia, puedes encontrar muchos ejemplos de Dios hablando a la gente a través de sueños, en diferentes circunstancias. Por ejemplo, en Mateo 2:12 advirtió a los Reyes Magos en un sueño lo siguiente: “Cuando llegó el momento de irse, regresaron a su propio país por otro camino, porque Dios les había advertido en un sueño que no volvieran a Herodes”
Como estos, hay muchos ejemplos más en la Biblia:
- José soñó que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante él, el sueño revelaba que se convertiría en Gobernador de Egipto.
- El rey Nabucodonosor soñó con la ruina de su imperio, sueño que fue interpretado por Daniel.
- Dios le habló a Labán en un sueño para que no hiciera daño a Jacob, aunque se había escapado con sus hijas.
Es así como en aquellos tiempos Dios usaba los sueños para comunicar algo, igual sucede en estos tiempos. Es necesario tener claro que no todo sueño es una revelación de Dios, la mayor parte del tiempo son producto de nuestro inconsciente.
Siempre es importante pedir a Dios sabiduría y discernimiento para entender lo que tiene para decirnos y si lo hace a través de los sueños podamos recibir su mensaje con claridad.
Recuerda siempre que si Dios te está hablando mediante un sueño, este te va a conducir hacia todo lo que sea agradable a la voluntad de Dios y no lo contrario, recuerda el filtro: todo lo bueno, agradable y perfecto.