¿Sueño de Dios u obsesión personal? – Ezequiel Fattore
La presencia de Dios no es éxito, es descanso para disfrutar el espacio en el que estás hoy. El tiempo no cura tus heridas, lo que hagas con el tiempo ha determinar lo que pase con ellas. El sueño de Dios es hoy, el sueño de Dios es aquí y Él usa todo para bien, nada se desperdicia y su sueño incluye siempre tu alma.
Si tu sueño te hace perder el alma, ahí no es. Estupendo. 🙂