No hay nada más que hacer – Ezequiel Fattore

La muerte de Jesús en la cruz no fue un acto simbólico ni barato; fue un sacrificio lleno de amor que cambió la historia. Jesús no solo pagó una deuda, sino que completó una misión, enseñarnos a vivir con propósito, amor y esperanza. Su vida y su mensaje siguen desafiándonos a construir un mundo más justo, compasivo y lleno de fe. No se trata solo de creer en su muerte, sino de vivir según la vida que él vino a mostrarnos.
Respuestas